martes, 9 de agosto de 2016

Un Gran Hombre y Fue Mi Abuelo

Alberto Losada
Hoy se cumple un lustro de tu partida y te extraño muchísimo Abuelo, durante estos cinco años me han pasado innumerables cosas, que de seguro te enorgullecen bastante, me gustaría tener la oportunidad de tenerte una tarde más para compartir café y una cuenta de pan, o tal vez mejor unos whiskys y al fondo unos maravillosos boleros. Yo sé que las conoces y te alegran, pero me fascinaría ver tu rostro al contarte cada una y escuchar tu sabia opinión.

Hoy quiero rendirte tributo recordando lo que  hace cinco años, escribí a horas de tu partida, después de que decidiste quedarte dormido para siempre, porque eras tan asombroso viejo amado que hasta morir fue tu decisión, lo hiciste con entereza y te marchaste al encuentro con tu madre y Dios. Bendíceme siempre y gracias por seguir cuidando de mí, no sabes cuantas veces te siento a mi lado guiándome por buen camino. 
Hace casi 80 años llegaste a este mundo, específicamente un 14 de septiembre del año 1931, tuviste poca oportunidad de compartir con tu madre, porque quedaste huérfano a los seis años y allí comenzó lo que gracias a Dios te convirtió en el ser que fuiste, porque tus valores y rectitud se formaron del grado de necesidades que tuviste que pasar. Aun siendo menor prestaste servicio en el ejercito, donde aprendiste lo necesario para vivir. Después de eso pasaron muchos años de los cuales hablaste poco.
Conociste a Nela y la vida te empuño 5 hijos, tuviste la oportunidad de conocer y compartir con 9 nietos y 6 bisnietos, y a todos, absolutamente a todos, a esas 19 personas, te encargaste de inculcarles valores de vida los cuales nos formaron para lo que hoy somos, personas de bien.
Hoy estoy supremamente seguro que mereces el cielo, porque es imposible que un ser que entrego su vida para la crianza física y mental de su familia sin pedir absolutamente nada a cambio no lo merezca. Te recordaremos por tus canciones de Simón Díaz, los boleros, tú puntualidad para todo –eras un reloj-, tus crucigramas, tu gusto por la tecnología, el querer aprender a usar la computadora, compraste y usaste celular, tus regaños, el chaparro, tu gusto por el béisbol y millones de cosas más que es muy difícil escribirlas porque fuiste un excelentísimo hombre con una conducta intachable y llena de mucha moral. 
Doy gracias a Dios por haber compartido a tu lado, viajes, paseos y veladas donde risas y en ocasiones llantos eran el motivo de la misma, compartir a tu lado era muy entretenido siempre había algo que aprender y tu tenias mucho para enseñar. Hoy que has partido de la tierra pero no de nuestros recuerdos y corazones soy yo quien te dice “DIOS TE BENDIGA HOY Y SIEMPRE ABUELO”.
Tu nieto
Homer José Moreno Torres 

1 comentario:

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