viernes, 26 de agosto de 2016

Hay muchas formas de decir las cosas... Esta es la mía...


Esta semana me senté a conversar con mi mejor y más intimo amigo ¡Que placer tan grande! primero le agradecí sin titubear el hecho de que se mantenga siempre a mi lado y que con su juventud inconmensurable llene a diario mi vida con las ganas para seguir adelante.

Inmediatamente le pregunte a que se debía su felicidad radiante y sin perder ni siquiera un segundo de tiempo respondió: "Se que conoces a mi pareja de vida, esa chica de tres décadas que resulto ser ese fastuoso complemento que le faltaba a mi vida, ese apoyo incondicional que me hace mejor y me dio lo que un día... di por perdido ¡Mi propia Familia!, esa familia que inicia con mi apellido y termina con el de ella". Interrumpí sigilosamente y compartiendo su emoción le mencione parece que describes mi vida. Él sonrió y se quedo mirando hacia el horizonte como si las paredes no existiesen y reanudo su relato.
"En medio de la naturaleza nos comprometimos ante Dios, le obsequie una cadena con un pendiente que lleva la inicial de mi nombre, para simbolizar nuestra unión... y preciso ese día estábamos de acuerdo en que más que un compromiso de ese día, teníamos que comprometernos a amarnos día a día, que no había otra forma de hacerlo y que esa era la mejor forma de recibir la bendición del supremo. Desde ese día hasta hoy ha sido así siempre"
Yo estaba atónito, no podía creer que mi mejor amigo, ese hombre con el que he hablado tantas veces y me ha ayudado a decidir sobre tantas cosas viviera esa historia, quería que no callará y le alentaba con gestos mi gran interés en el relato.
"Hemos vivido juntos como esposos prácticamente desde aquel compromiso que incluía matrimonio civil, el cual no se pudo dar por un requisito que no podríamos obtener a tiempo para la fecha pautada, pasadas cuatro semanas del hecho nos sorprendió el embarazo de nuestra pequeña hija, la deseábamos como nadie pero se nos adelanto sorprendentemente, por lo tanto, ya no seriamos una familia de cuatro integrantes sino de cinco
Yo escuchaba aquella historia y estaba enmudecido, ¡Si señor! enmudecido, me cuestionaba si mi astigmatismo no me dejaba reconocer en realidad con quien hablaba, no podía concentrarme por que lo apasionante de la historia me tenia tomado absolutamente.
"Empezar no fue fácil, nos costo conseguir techo, pero las fundaciones de lo que seria nuestra hogar se construían firmes y solidas, pasaron tantas cosas que nos fortalecían muchísimo, ¡Unas increíbles! para los que no estaba preparado pero que con mucha fortaleza superamos exitosamente. Conformamos lo que la sociedad del conocimiento en la materia denomina: Familias ensambladas, pero de verdad me siento orgulloso que nuestro ensamble funciona incluso mucho mejor que una familia a las que denominan puras o genuinas"
En ese momento interrumpió la historia y me dijo "Me preguntabas por mi radiante felicidad, pero para que me comprendieras... tenia que darte... al menos un esbozo de donde viene la misma, porque va mas allá de decirte que el 16 de septiembre de 2016 a las dos de la tarde contraigo Matrimonio Civil en el Registro de la parroquia Domingo Peña". Preciso en este momento recordé la conversación que tuve con el bohemio amigo de aquella plaza en el 2013 con el cual compartí un café en el 2014 y le pregunte ¿Es con la chica de hermosa mirada? a lo que el respondió con altivez: "Si señor, es con aquella chica a la que el brillo de una tenue luz reflejada en sus ojos y una sonrisa te pueden robar el alma, te desarman en segundos sin poder hacer absolutamente nada... ¡Si! es esa chica."

Ya no había duda, mi mejor amigo no era más que mi Yo Interior, personificado en aquella imagen de mis veinte años, con su personalidad fresca y con sus inmensas ganas de comerse el mundo, el que siempre estuvo a mi lado dándome ánimos para levantarme cuando estaba caído, el que me devolvió a mis sueños y el que me permitió reencontrarme con mi verdadero yo, el de siempre, se que el supremo lo utilizo para devolverme la vida que tenia para mi. Hoy te agradezco Dios... como tu nadie... siempre a mi lado manifestándote de tantas maneras, para que yo, tu hijo, siga el camino adecuado y mas hermoso. GRACIAS DIOS, para mi siempre eres el SUPREMO.

En vista de que mi conversa de dos se esfumo y paso a ser de uno, compartida con usted que lee. Aunado a que las coincidencias precisas no existen porque cada ser humano es distinto, no me queda más que compartir mi emoción de mi unión ante la ley de los hombres con mi amada esposa Lorena, contarles sobre nuestro compromiso diario con Dios y así completar los requisitos sociales de lo que debe ser una familia, no importa como la cataloguen "si genuina o ensamblada", nosotros todos los días colocamos lo más importante: valores, bondad y amor. Y con el ejemplo darles la mejor educación a nuestros tres hijos. Ya desde hace mucho mi Lore y Yo nos hemos presentado como esposos, porque hace mucho tiempo nos casamos donde muchos no se casan, en el pensamiento.

Homer José

martes, 9 de agosto de 2016

Un Gran Hombre y Fue Mi Abuelo

Alberto Losada
Hoy se cumple un lustro de tu partida y te extraño muchísimo Abuelo, durante estos cinco años me han pasado innumerables cosas, que de seguro te enorgullecen bastante, me gustaría tener la oportunidad de tenerte una tarde más para compartir café y una cuenta de pan, o tal vez mejor unos whiskys y al fondo unos maravillosos boleros. Yo sé que las conoces y te alegran, pero me fascinaría ver tu rostro al contarte cada una y escuchar tu sabia opinión.

Hoy quiero rendirte tributo recordando lo que  hace cinco años, escribí a horas de tu partida, después de que decidiste quedarte dormido para siempre, porque eras tan asombroso viejo amado que hasta morir fue tu decisión, lo hiciste con entereza y te marchaste al encuentro con tu madre y Dios. Bendíceme siempre y gracias por seguir cuidando de mí, no sabes cuantas veces te siento a mi lado guiándome por buen camino. 
Hace casi 80 años llegaste a este mundo, específicamente un 14 de septiembre del año 1931, tuviste poca oportunidad de compartir con tu madre, porque quedaste huérfano a los seis años y allí comenzó lo que gracias a Dios te convirtió en el ser que fuiste, porque tus valores y rectitud se formaron del grado de necesidades que tuviste que pasar. Aun siendo menor prestaste servicio en el ejercito, donde aprendiste lo necesario para vivir. Después de eso pasaron muchos años de los cuales hablaste poco.
Conociste a Nela y la vida te empuño 5 hijos, tuviste la oportunidad de conocer y compartir con 9 nietos y 6 bisnietos, y a todos, absolutamente a todos, a esas 19 personas, te encargaste de inculcarles valores de vida los cuales nos formaron para lo que hoy somos, personas de bien.
Hoy estoy supremamente seguro que mereces el cielo, porque es imposible que un ser que entrego su vida para la crianza física y mental de su familia sin pedir absolutamente nada a cambio no lo merezca. Te recordaremos por tus canciones de Simón Díaz, los boleros, tú puntualidad para todo –eras un reloj-, tus crucigramas, tu gusto por la tecnología, el querer aprender a usar la computadora, compraste y usaste celular, tus regaños, el chaparro, tu gusto por el béisbol y millones de cosas más que es muy difícil escribirlas porque fuiste un excelentísimo hombre con una conducta intachable y llena de mucha moral. 
Doy gracias a Dios por haber compartido a tu lado, viajes, paseos y veladas donde risas y en ocasiones llantos eran el motivo de la misma, compartir a tu lado era muy entretenido siempre había algo que aprender y tu tenias mucho para enseñar. Hoy que has partido de la tierra pero no de nuestros recuerdos y corazones soy yo quien te dice “DIOS TE BENDIGA HOY Y SIEMPRE ABUELO”.
Tu nieto
Homer José Moreno Torres 

Como los extraño...

Hoy me levante con la nostalgia al máximo, es de esos días extraños en que a la alarma le dio por sonar pero no la programaste, comienzas ...