miércoles, 5 de marzo de 2014

Sí es posible el romance en tiempos de crisis política...

El día posterior al proceso electoral que proclama ganador a Nicolás Maduro presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela, existían posiciones encontradas en diversos puntos del país: Por un lado la tensión colectiva de un fraude con manifestaciones de descontento en el país solicitando reconteo de votos y en el otro extremo celebraciones rebosantes de alegría gritando consignas de victoria a favor de la revolución bolivariana.

La noche de ese lunes en una de las Plaza Bolívar de este país se llevaba a cabo una celebración a favor de la revolución bolivariana, en una de sus calles y frente a la gobernación de ese estado se desataba un pueblo alegre que había obtenido el triunfo de su opción, bailaban, hacían el trencito y gritaban consignas. Parado casi hacía la esquina de la plaza había un bohemio de posición política incierta, en ocasiones serio y en otras contagiado de alegría, mientras observaba aquella algarabía, sin haber pasado muchos minutos se acerca a su lado una joven y le saluda; en ese momento el bohemio la mira le responde el saludo y se le queda mirando a los ojos por unos segundos, para luego esquivar la mirada, tomarse las manos por detrás y detenerse como si estuviese atado sin poder hacer nada. 

Esta semana tuve la inmensa oportunidad de tomarme un café con el bohemio de aquella plaza, definitivamente mi curiosidad constante por analizar la conducta humana me llevo a rememorar lo que vivió esa noche y sin dudarlo él inicio diciendo "Homer, automáticamente te abstraes de política, ruido, tensiones sociales y lo que sea que ocurra cuando la media luz de una plaza exaltan la belleza tan natural de una mujer que había sido invisible para tu corazón hasta ese momento, el brillo de la poca luz reflejada en sus ojos y una sonrisa que te puede robar el alma, te desarman en segundos sin poder hacer absolutamente nada" a tal respuesta sonrío y le menciono que eso explica porque se tomó de manos en su espalda. 

Sigilosamente me dice "sería una falta de caballerosidad contarte la verdadera razón de mis manos atrás" de inmediato le pregunto ¿Qué ha pasado con ella? - antes de responder bajo la cabeza - "Al día siguiente la vi y estaba más presente que nunca, sus ojos irradian una belleza que aún no puedo explicar y luego por alguna razón que no recuerdo muy bien hoy comenzamos a escribirnos, ni te cuento como durante meses se han conectado nuestras almas contándonos hasta los más profundos sentimientos,  cuadramos vernos pero lamentablemente por azares del destino no pudimos consolidar lo que pudo ser nuestra primera cita" hace una pausa, se sonríe y continua diciendo "pero he sido un tonto, puedes creer que por alguna razón que siempre me pasa, existe un muro que no me permite susurrarle cuanto me gusta" y se queda en silencio.

Pasados unos segundos y en vista de que no continúa, interrumpo el silencio y le pregunto ¿Puedo imaginar entonces que no la has visto más? sin dudarlo respondió "Fui a su trabajo y cuando llegue a su oficina la veo sentada en su escritorio más bella que nunca, se levanta me saluda y como un imbécil, porque tonto ya no me queda, la salude como normal... como si fuese uno de sus compañeros de trabajo, para completar me instale hablar en la oficina contigua, acelere el tiempo de mi visita y decidí irme excusándome, cuando me despedí de ella le di un abrazo significativo y especial, fue muy corto pero no quería que terminara, me fui y le escribí un mensaje"

En esta oportunidad soy yo quien sonríe y le interrumpo, mi estimado tienes que hacer algo se te nota considerablemente que no te es indiferente y por lo que creo tu a ella tampoco, con un poco de molestia consigo mismo y en tono de voz de auto-critica dice "Si lo estoy intentando hacer, le he escrito muy seguido este año y hemos tenido conversaciones placenteras, pero estos últimos días le he escrito y no consigo ningún tipo de respuesta ni por BBM ni Whatsapp, he estado preocupado con todo lo que ocurre: las guarimbas, el clima político, la inseguridad" en ese momento le interrumpí y le dije escríbele un SMS o llámala, de pronto el problema es solo con las redes sociales y los sistemas de mensajería.

Sin dudarlo le escribió un mensaje de texto del que recibió respuesta de inmediato. No sé qué decía precisamente ese mensaje pero con una enorme emoción se levantó y me dijo "Hoy si no dejare pasar la oportunidad de decirle lo mucho que me gusta, disculpa pero debo aprovechar el tiempo" se marchó y me quede pensando que en definitiva el amor es una fuerza vital con la capacidad de resurgir en cualquier momento y sobre cualquier condición, en realidad no hace falta el momento justo ni las condiciones necesarias, solo debe existir el momento sin ninguna condición porque con condiciones no puede haber amor.

Así que muchas bendiciones para mi bohemio amigo y su chica de hermosa mirada porque definitivamente el amor de pareja es una fuerza indestructible con propietarios muy frágiles que tiene al romance como el encargado de la construcción, reparación y mantenimiento continuo del mismo.

1 comentario:

  1. todo este relato es una historia muy familiar para mi... y espero con ansias el desenlace de esta maravillosa historia

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